miércoles, 20 de julio de 2011

algunas propuestas

"El mercado de las pulgas": Formar grupos con los niños y preguntarles qué cosas disparatadas podrían ellos vender en este mercado. Para estop convendría prepararles algunas preguntas disparadoras como ¿qué es?, ¿De qué colores hay?, ¿para qué sirve?, etc.

"¿Qué crees?: Este libro nos va llevando a creer una cosa, pero al final nos sorprende. La propuesta es colocar en una mesa objetos que pueden ser juguetes o cosas que tengamos a mano. Taparlos con una tela, pero dejando ver una pequeña parte de algunos y pedirles a los niños que dibujen lo que se imaginan que se esconde debajo de la tela.

"En el desván": Como este libro juega mucho con las imágenes, podemos ir armando con los chicos la historia que les sugieran las imágenes, y recién después leerles el texto.

"Una caperucita roja": Podriamos dedicar un taller entero a trabajar las distintas versiones de Caperucita, junto con los otros dos libros de la biblioteca vieja. En el libro "Cuentos en verso para niños perversos", tambien hay una versión muy simpática de esta historia.

viernes, 8 de julio de 2011

cándido otra vez!

Como bonus extra al salir de la escuela adivinen qué habia en una zanja comiendo de la basura???..., dos adorables cachorritos pequeños y compradores de besos....por supuesto se sabe que no habia chance de dejarlos tirados ante el horrendo frio invernal...asi que ..los escondimos en una cartera y pasearon en bondi hasta san martin.. en fin...han sido apodados como: Candido y Filotea ( apellido: Andaariego)...Bueno.... pese a m miedo por morir a manos de mi madre ( o padre nunca se sabe jaja) los traje a casa...yo ya los amo, les di de comer... estan durmiendo arriva del pullover de mi madre..estan chochisimos!!

andariegos saludando a su público

andariegos escuchando atentamente a la narradora oral

miércoles, 8 de junio de 2011

juan espera



El otro día te espere bajo la lluvia dos horas,
mil horas, como un perro...

Así fue mi viernes 3....

Sorpresivamente la mañana me esperaba con una tranquilidad no característica en mi rutina. El despertador sonó a tiempo, yo me desperté antes de lo normal, desayuné y calculando la intersección de mi colectivo con el de mis compañeros del andariego, me dispuse a emprender mi caminata hasta la parada del colectivo.
Creo, fue la mañana mas fría en la que me tocó realizar un taller. Muy fria.... FRÍA.
Con los tiempos mas que cómodos, llegué a las 7:30 am a la institución, esperando ver en la puerta a a los andariegos. Astrid, Jimena, Florencia y Dario se encontrarían a las 7:15 en San Martín, y como Billinghurst queda bastante cerca, calcule menos de 15 minutos de viaje y mi encuentro sería perfecto, pero mi plan no contemplaba improvistos y mi celular no tenía crédito.
Por alguna razón que en su momento desconocía... eran las 8 y yo estaba solo... (fue la mañana mas fría en la que me tocó realizar un taller. Muy fría.... FRÍA.
)

Veía como los niños iban entrando, mientras miraban a un joven encapuchado que los observaba detenidamente, la portera de reojo, no alcanzaba a distinguir cuales eran mis propósitos, y al no preguntármelos, tampoco se los hice saber.
Las maestras ingresaban al ritmo que llegaban los chicos, algo que me llamo la atención, pero era el único que notó alguna peculiaridad en este detalle.
El tiempo pasaba, no sé si tanto como los 252 cartel C que pasaban frente al colegio.
Luego de media hora de estar allí parado, me dije: ¡Tengo que encontrar la forma de comunicarme con mis pares! ... Así fue que telepaticamente me comuniqué con Astrid, ella me había mandado un mensaje. Aparentemente Dario se encontraba "no" con ellas, lo cual las había retrasado. Yo mientras tanto yo, esperaba.
Y siguió pasando el tiempo, la plaza estaba linda eh! Había una feria de las comunidades, nunca había estado en la plaza de Billinghurst, todo el pastito cortito, los juegos de los chicos parecían recién pintados, no había ni basura.
Y bueno..... Ajam.... hacia frío eh!.....
"Ya fue, voy a buscar un telecentro a ver si las puedo llamar".... Caminé 1 cuadra cruzando la plaza. Mi teléfono empezó a sonar. Era Astrid.
-¿Donde estás? Estamos adentro adentro del colegio, ¿Ya llegaste?
-(Muchos pensamientos..... processing data) Estoy a una cuadra, ya llego, las fui a llamar, pero se me adelantaron.
Camine lo mas rápido que pude... Quería algo de calor, la verdad ya hacia una hora que estaba esperando afuera.


Ya llegará la segunda parte

pregunta astrid



_ ¡Cándido, Cándido cándido!!!, ¿donde estas? , ¿a donde has ido?_

Al grito de esta frase que sacada de contexto sería propia de un maniático, me encontraba yo la mañana del viernes en la escuela Juan Martín de Pueyrredón .

Cualquiera que hubiera pasado por accidente frente al aula de 2ndo grado, seguramente se habría preguntado qué tipo de maleficio indio trataba yo de ejecutar frente al pizarrón. Y es que la escena dejaba vuelo libre a la imaginación de cualquier espectador desprevenido que se aventurara por los largos pasillos del colegio . Mi mano derecha sostenía un libro rojo de tapa dura y la izquierda….bueno…esta misma sufrió el efecto ¨paloma psicótica¨ ya que aleteaba de un lado hacia otro con mis dedos haciendo una suerte de danza sin rumbo .

Volví a repetir, gritando con más energía ( como si por el simple hecho de elevar el tono de voz nuestro discurso tenga más coherencia ):

_ Cándido, cándido…cándido!!!!!!!!!!!!!, a donde te fuiste???_

Todavía los chicos me miraban confundidos, la maestra consideraba seriamente sugerirme que me tome un tilo bien cargado y las dos psicopedagogas que nos acompañaron toda la mañana curso por curso se preguntaban si dentro del programa de estudios para recibirse de psicopedagoga se había incorporado ¨dramatización de tragedias¨ .

Y es que ; déjenme contarles, no es nada sencillo transformar un libro infantil en una suerte de tragedia griega u obra de Shakespeare , pero yo ciertamente estaba logrando ese efecto tan agridulce que produce una persona realizando un monologo al grito de : CANDIDO!!!..., solo me faltaba una calavera pelada en mi mano…y me hubieran ofrecido representar Hamlet.

Como mi voz evidentemente no bastaba para llamar al perro del cuento ( el dichoso Cándido!!) , me obligue ( ¿ porqueee??) a realizar un acto de animadora de fiestas al pedirle a los chicos que llamaran conmigo a Cándido. Supongo que los pocos que me siguieron la corriente fueron los que se apiadaron de la narradora de pie o aquellos que temieron por su vida, para ser más efectivo mi pedido colectivo de gritar el nombre del Can, hice cómplice a Juan de mi (desesperado??) intento por acaparar la atención de los chicos ( Juan todavía se sigue preguntando si bebí algo antes del taller…juro que no).

El cuento se basa en la historia de la señora Ida, la cual pierde a su perro ( o eso parece) cuyo nombre es Cándido. Este cuento y la idea de que hubiera una persona en busca de su animal nos dio pie para que los chicos pensaran lo siguiente: ¿ que harían si se les hubiera perdido a ustedes Candido, como los buscarían? . Los chicos ( que a pesar de mi narración que rozaba con lo absurdo) jamás perdieron el interés, por lo que comenzaron a mencionar varias ideas:

¨_ le pondría comida¨ _

_¨lo llamaría bien fuerte¨ _

Finalmente uno de los chicos sugirió que se podría hacer un cartel para buscar al desdichado perrito.

Esta idea de que alguien podía encontrar a otra persona por medio de un cartel , fue el pie para explicar la temática del cuento ¨Cuento de ogro y princesas¨. En el pasado hemos tenido ( sobre todo yo me hago cargo ja) serias dificultades para transmitir el concepto de que el personaje del cuento busca en los clasificados a ¨alguien¨ que lo ayude a rescatar a una princesa que esta por ser devorada por un ogro, por este motivo nos pareció conveniente mostrar el uso de un cartel o un aviso , a través del cuento de Candido.

La idea salió bien, una vez que Juan leyó el cuento de la princesa, se hizo un trabajo de pensar quien podría rescatar a la muchacha. Cada niño imagino algo distinto y recuerdo la frse de uno que dijo:

_ por suerte no pensamos todos lo mismo_

Se les pidió a los niños que dibujaran a este personaje imaginario que podría ser el salvador de la princesa. La segunda actividad tuvo de protagonista al señor B ( personaje del libro : ¨el comelibros¨ ) Florencia lo leyó y al finalizar el relato , luego de una breve puesta en común repartimos letras en cada banco( que eran ocupados por dos niños cada uno) .

Improvisamos un juego que resulto ser bastante divertido , decíamos una palabra , ejemplo ELEFANTE y cualquier chico que tuviera alguna letra de esa palabra tenia que mostrarla. Luego íbamos variando la temática del juego, siempre con las letras( que me olvide de aclarar que a los chicos les contamos que todas las letras que quedaron dando vueltas en el aire en el libro del ´comelibros¨ , nosotros las juntamos y las llevamos al colegio para que ellos puedan armar palabras).

Implementamos la idea de que los chicos toquen los libros, los huelan y piensen cual es más pesado o más liviano ..etc…. Los chicos de 2ndo grado eran participativos y poseedores de una envidiable imaginación, ya que los personajes que vana salvar ala princesa son bastante fuera de lo común.

En tercer grado ( que fue el primer curso al que fuimos, disculpen la atemporalidad de mi relato…pero bueno…hoy tengo un día donde parece que vivo en el mundo del revés), tuvimos una experiencia similar. Chicos que participaban bastante ( aunque la timidez le gano a más de uno) y un clima de trabajo donde se pudo efectuar la reflexión de nuestra amada ¨caperucita¨ .

No voy a mentirles, costo un poco ver como encarábamos la tarea de llevar estas reflexiones, Juan utilizo uno de los libros que tenía una niña en su mano ( que poseía animales e insectos), para mostrarles a los chicos que animal nos da miedo o no. A lo cual se fue llegando a la idea de que no todo lo que nos da miedo es malo, ni lo que no nos da miedo es bueno. Lo que me llamo la atención fue que a ningún chico se le ocurrió que en el bosque en vez de un Lobo podría haber habido una persona, pero quizás es que uno ya tiene ese concepto o hace esa comparación.

Para finalizar y darle más forma al taller , leímos brujas y mostramos como una bruja de verdad puede no tener sombrero y capa. Se concluyó la actividad haciendo que los chicos dibujen sus miedos , sin necesidad de explicar de forma escrita que era lo que querían mostrar.