Nos presentamos en el aula de primer grado, les pedimos a los chicos que cerraran los ojos y que buscaran dentro de sus cabecitas una llave dorada, que es la que abre la puerta de la imaginación y la fantasía, donde viven las princesas, los monstruos, los príncipes los dibujitos animados... entonces les dijimos que adentro de esa caja (se las señalamos) también había magia y fantasía, uno de los nenes gritó ¡Hay libros! les contestamos que sí, los colocamos sobre el escritorio de la seño y los invitamos a acercarse a verlos... tocarlos... descubrirlos... Los nenes se acercaron tomaran un libro cada uno y volvieron a sus asientos (justo eran 24), los miraron se los intercambiaron y después de 10 min más o menos les pedimos que los acercaran a la mesa que queríamos contarles algo... Trajeron los libros y cuando íbamos a contarles la actividad... timbre de recreo! y al volver clase de gimnasia!! por lo cual dejamos el taller a la mitad (bah, no hicieron dejarlo) y nos fuimos a 2º grado. Allí volvimos a presentarnos, hicimos el mismo preámbulo de cerrar los ojos... la invitación a ver los libros... (acá eran 27 chicos) también se los llevaron a sus bancos a mirarlos e intercambiaron entre ellos... Y los piojos sin ninguna duda se ganaron su atención... por lo cual con Úrsula decidimos trabajar sobre ese libro. Pedimos que acercaran los libros a la mesa y les contamos que queríamos "jugar y al mismo tiempo trabajar" con ellos, y que como el cuento que veíamos que más les gustó era el del piojo íbamos a imaginarnos que ellos eran piojos ¿cómo verían el grado si fueran piojos? ¿y las gomas, lapices, tizas? ¿y a la seño?... una nena dijo ¡¡la escuela es una cabeza grandota y nosotros los piojos!! todos festejamos su idea y entonces propusimos que nos dibujaran como veían todo de piojos, que nos contaran que estaban haciendo... Y la producción fue ¡¡MARAVILLOSA!! había piojos bailando tango, otros escribiendo, uno quería que la seño le pusiera 10 (un piojo), había familias de piojos... Para terminar la actividad leímos la primera parte de Eulato, pero les dijimos que para enterarse qué era Eulato tenían que pedirle a la seño de biblioteca (o a la suya) que les prestara (o les leyera) el cuento de Eulato.
Terminamos el taller muy contentas y llenas de besos (los chicos se enamoraron del nombre de Úrsula, y de ella también bah, así que la llamaban a cada rato)
Terminamos el taller muy contentas y llenas de besos (los chicos se enamoraron del nombre de Úrsula, y de ella también bah, así que la llamaban a cada rato)
Hola!! como estan? me meto al blog para contarles mi experiencia en la escuela n°11 de San Martin. Fuimos con Ursula y Astrid y estubimos haciendo talleres en con los dos primeros y un tercero. Comenzamos con primero, que los pudimos hacer con los dos grados juntos porque los profes de educación física se coparon y nos cedieron la hora. ¡grandes los profes! A los chicos se los vio totalmente entusiasmados, se engancharon enseguida con los libros, el que mas le gusto a la mayoria fue el de los piojemas (ese atrae a grandes y chicos) les gusto tanto que hasta se peleaban por agarrarlo. Les propusimos que dibujaran qué podia ser que viera un piojo desde la cabeza de un nene y enseguida se pusieron a trabajar. Fue todo muy lindo... Luego de ese taller, pasamos a hacer otro con un tercero, en el cual usamos los títeres para que los chicos se engancharan. Nuestros títeres se llamaban el ogro juan y el chancho pedro, que les encantaron apenas los vieron y como eran mas grandes les leimos el cuento de Historias a Fernandez que nos vino bárbaro para proponerles hacer la actividad de las adivinanzas, que ellos inventaran adivinanzas y se las dijeran al compañero. Enseguida surgieron ideas y nos divertimos todos, al final nos despedimos, y los chicos quedaron encantados con los títeres... querían que se despertaran y salieran de vuelta!!! Gisel
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